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| Unidad de medida | /uni |
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El farinato ibérico es un embutido típico de Salamanca, elaborado de forma artesanal con los mejores productos de la tierra. Su sabor único lo convierte en un manjar que destaca por su tradición y versatilidad en la cocina. Perfecto para quienes buscan disfrutar de un auténtico embutido salmantino.
Para mantener su sabor y frescura, te recomendamos almacenar el farinato ibérico en un lugar fresco y seco, alejado de la luz directa. Una vez abierto, consérvalo en el frigorífico, bien envuelto en papel o en un recipiente hermético. Así, se preservarán sus propiedades por más tiempo.
Uno de los platos más tradicionales de Salamanca es el farinato con huevos. Para prepararlo, corta el farinato en rodajas finas y fríelo en una sartén con un poco de aceite hasta que esté dorado. Luego, acompáñalo con unos huevos fritos. ¡Un plato sencillo, pero lleno de sabor! También puedes utilizarlo como acompañamiento en guisos o legumbres para añadirle un toque especial a tus recetas.
El farinato es rico en carbohidratos y grasas, lo que lo convierte en una fuente de energía ideal para los días fríos. Además, su contenido en especias como el pimentón le otorga un sabor característico y contribuye a sus propiedades antioxidantes.
Disfruta de la tradición y el sabor auténtico del farinato ibérico en tu mesa, un embutido que te transportará directamente al corazón de Salamanca.
El farinato ibérico es un embutido típico de Salamanca, elaborado de forma artesanal con los mejores productos de la tierra. Su sabor único lo convierte en un manjar que destaca por su tradición y versatilidad en la cocina. Perfecto para quienes buscan disfrutar de un auténtico embutido salmantino.
Para mantener su sabor y frescura, te recomendamos almacenar el farinato ibérico en un lugar fresco y seco, alejado de la luz directa. Una vez abierto, consérvalo en el frigorífico, bien envuelto en papel o en un recipiente hermético. Así, se preservarán sus propiedades por más tiempo.
Uno de los platos más tradicionales de Salamanca es el farinato con huevos. Para prepararlo, corta el farinato en rodajas finas y fríelo en una sartén con un poco de aceite hasta que esté dorado. Luego, acompáñalo con unos huevos fritos. ¡Un plato sencillo, pero lleno de sabor! También puedes utilizarlo como acompañamiento en guisos o legumbres para añadirle un toque especial a tus recetas.
El farinato es rico en carbohidratos y grasas, lo que lo convierte en una fuente de energía ideal para los días fríos. Además, su contenido en especias como el pimentón le otorga un sabor característico y contribuye a sus propiedades antioxidantes.
Disfruta de la tradición y el sabor auténtico del farinato ibérico en tu mesa, un embutido que te transportará directamente al corazón de Salamanca.
